sábado, 1 de noviembre de 2008

Y habló Ella

Y subió el pan. Y yo me pregunto por qué. ¿Por qué no puede tener opiniones propias de su edad y creencias? ¿Y por qué se escandalizan tanto (y tan hipócritamente)? ¿Por qué no puede manifestarlas de manera libre como cualquier hijo de vecino?

...es que no es cualquier hijo de vecino...

Ya ¿y qué?. Otros tampoco son cualquiera y las manifiestan de forma más pública, notoria y propagandistica.

...es que representa a todos, incluso a los que ofende con sus opiniones...

Ya, y otros también nos representan a todos y también ofende de vez en cuando a multitudes (no a minorías) y no pasa nada.

...es que nadie la ha elegido democráticamente...

Ahí se equivocan de medio a medio. En la medida en que está legitimada por la Constitución y que ningún Gobierno en mayoría o minoría ha cuestionado su existencia, es una figura perfectamente democrática, y si no que se plantee un referendum para discutir sobre su continuidad. ¿A que no hay co... para proponerlo electoralmente? Pues eso.
Lo que hay es mucha mala leche y muchas ganas de enredar y de vender períodicos y crear debates pseudo-revolucionario-pajilleros. Como levantan las voces, como gesticulan, cuanta hipocresía, mientras viven como reyes en el más absoluto snobismo.
No comparto sus opiniones, o al menos lo hago con matices, y ya se sabe que en cuestiones ideológicas los matices pueden dar lugar a abismos. Me importa un carajo que se llame matrimonio o que se llame chimbote (valiente discusión estupida), pero me solivianta que se aproveche cualquier bobada para atacar a una Señora, que al menos siempre ha estado en su sitio, que ha cumplido con su misión en la vida de manera honesta, que ha sido la personificación de la discreción y que todo su pecado ha sido ser sincera.

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