Al decir del mayor de los Pereda, "cuando el grajo vuela bajo... hace un frío del carajo".
Anteayer estaba en manga corta a las seis de la tarde con los niños en el parque dejandome templar por el sol, y ayer se desató una galerna de lluvía, viento y frío de mil demonios.
Así que nada, a recogerse en casita y bajar el edredón, los guantes y la bufanda del altillo. Y es que, como la economía, el tiempo se ha destemplado y hay que tomar medidas para evitar que nos pille a la "desavillé" y cogernos cualquier cosa mala.
Pero, como siempre hay que ver el lado positivo de las cosas, pretendo enumerar las ventajas de este cambio.
Veamos, evidentemente se imponen los planes "indoors", de manera que hay que ¿que mejor momento para volve al cine?.
También es una época magnífica para la legumbre ¿que mejor que un cocidito de hermandad, o una fabadita, o lentejitas? (imprescindible terminarlo en "-ito", quizá para desgrasarlo un poquito). Pues nada, habremos de reunirnos en casa de algún compinche a dar cumplida cuenta de una buena olla y unos caldos de la tierra.
Y ya que estamos en casa y hace frio, es tiempo de hablar, de hacer planes y por supuesto de arrimarse para ahorrar energía y prevenir el cambio climático...
Oye, pues al fin y al cabo... tampoco se está tan mal ¿no?
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