sábado, 26 de mayo de 2012

Anonimato

Que a la gente en los foros se les va la olla, está claro.
Amparada en el anonimato, la gente puede decir las mayores barbaridades sobre su vecino en la web, y a los cinco minutos preguntarle por la familia en el rellano de la escalera.
A algunos les parece terrible, pero sinceramente, a mi me parece fantástico.
No por las salvajadas que se dicen, sino porque bajo el alias, la gente habla con la mayor de las franquezas y te puedes hacer una idea de por donde van los tiros ideológicos en esta sociedad en la que vivimos.
Me parece un remedio estupendo contra el cáncer identitario que supone la obligación de ser siempre y en todo lugar políticamente correcto.  Y es que, nos han forzado tanto a ser correctos, que realmente no tienes ni idea de con quién te juegas los cuartos. Sin embargo, observando los comentarios de un foro si puedes intuir cual es el posicionamiento de la mayoría oculta ante un determinado tema.
Así que, desde este humilde rincón, les animo a opinar abiertamente en cualquier foro con la mayor de las sinceridades. Y el que se pique, ya sabe... al fin y al cabo solo es una opinión.

jueves, 12 de abril de 2012

A ver como se lo explico

Me gusta oir RNE. No porque sea como presumen pura objetividad periodistica. Es simplemente un punto de vista interesado más, como cualquier otra emisora, pero no sé, me hace gracia, simplemente. No hay que darle más vueltas.
El caso es que suelo escuchar Asuntos Propios, en los que, una y otra vez intentan explicar "La Crisis" y se rasgan las vestiduras con "los recortes", que "los bancos siempre ganan" y que "siempre pagan los mismos". En fin, nada nuevo bajo el sol.
Entre los colaboradores del programa está D. Juan Carlos Rodríguez Ibarra, ex-presidente de la Comunidad Autónoma de Extremadura, que a la sazón, hace de comentarista, pensador, columnista desinteresado y equidistante de la realidad que nos abate ultimamente.
Aparte de su indudable valía, que supongo tendrá después de haber sido presidente electo por amplias mayorías absolutas durante varias legislaturas, lo cierto es que me resulta especialmente vacuo en sus planteamientos.
Planteaba hoy, ante la última afrenta perpetrada por el Gobierno, que ya estaba bien de aguantar y que necesitaba que "alguien dijera de verdad sobre si existe otra alternativa a la conducta recortadora del Gobierno".
Pues bien, con todos mis respetos Sr. Ibarra, voy a intentar explicarselo, porque en mi modestisima opinión no es tan difícil de entender.
Empezaré diciendo, puesto que las suspicacias siempre están al orden del día, acechando dispuestas a tildarle a uno de facha, neo-con, pepero, o vaya usted a saber qué otra lindeza, que soy un currante con una "nominita" (el diminutivo aparte de sarcasmo, solo encierra una triste realidad). Aún así, me considero afortunado tal como está el patio. Le aseguro que no me sobra un euro, y me viene francamente mal que me suban la gasolina, el transporte, los medicamentos, el IBI o el IRPF.
Carezco de adscripción política, y desde los 18 (ya ha llovido) he votado las cosas más diversas, siempre pensando lo que era mejor para mi y los míos, y no estoy atado a ninguna ideología que me haga comulgar con ruedas de molino.
Como se puede figurar tampoco me viene bien la reforma laboral y no me llega la camisa al cuello de pensar que en cualquier momento me puedo quedar sin empleo por dos duros.
Una vez establecidas estas premisas, y una vez provisto de papel de fumar para cogermela intentando no molestar a nadie, procedo con la explicación (que cansado es esto de tener que justificarse continuamente sin saber por qué).
Bien Sr. Ibarra, no soy economista, y mis entendederas no me han llegado para tener resuelta la vida, pero aún así creo que entiendo perfectamente la situación.
Mire usted, el problema es que nadie se fía de nadie, y ahora especialmente de nuestro país. ¿Por qué? Pues porque debemos... (como dice el otro) hasta de callarnos... Para que esto funcione hace falta financiación, y quien tiene la pasta no se fía de que seamos capaces de devolver lo que nos prestan. Y dirá usted, "pues que presten los bancos que tienen muchos beneficios"... Buen intento. Demagógico, pero con mucho gancho. Pues no, lo cierto es que los bancos no tienen un duro. Una cosa es el balance y la presentación de resultados (puro marketing a gran escala) y otra muy distinta es la liquidez, o dicho de otra forma, lo que necesitan a su vez financiarse los bancos para poder continuar asumiendo sus obligaciones (que también las tienen).
Para devolver la confianza perdida, hay que "cuadrar las cuentas". Equilibrar gastos e ingresos de manera que no necesites más financiación (o al menos aparentes no necesitarla).
Y ante su pregunta ¿no hay otra alternativa?.
Pues NO.
Mejor dicho, si la hay, pero sus consecuencias se me escapan.
Una alternativa es dejar que la cosa se desmadre y nos tengan que intervenir. Entonces, como dijo De Guindos nos ibamos a enterar de lo que es un recorte. Este señor, aunque tenga pinta de ser un poco rústico, sabe de qué habla.
Y también queda otra alternativa, más jocosa aún que la anterior, que sería pasar de la UE, del FMI y de los malvados mercados, no obtener financiación y dejar de cumplir con nuestros compromisos; abandonar el Euro y volver a imprimir pesetas (atención reflexión para listos ¿cuanto valdría una peseta ahora?). Le suena de algo "corralito?
Y por favor, no me vengan con milongas de "la estrategía del miedo". No es estrategía, ES LO QUE HAY.
En definitiva... uh! que susto, prefiero la muete.

jueves, 29 de marzo de 2012

Paradoja vs tópico

Ron Paul es uno de los candidatos en las primarias del Partido Republicano para la Presidencia de USA. Su perfil es claramente conservador: liberal, anti-abortista, religioso… como por otra parte, no podría ser de otra forma. Una de las cosas que más le ha distinguido de sus rivales, tanto dentro como fuera de su partido, es su posición respecto a la Guerra de Irak, y en general contra cualquier intervención de los USA en cualquier país del mundo. Sencillamente plantea que los problemas de otros paises, no son problemas de los estadounidenses. Hasta ahora, pensaba en mi ignorancia, que a los republicanos norteamericanos les encanta que su país haga el papel de sheriff mundial. Que les ponía mogollón enviar a sus muchachos a partirse la cara con los indígenas de cualquier rincón del mundo, pero resulta que no, o por lo menos, no a todos. Y lo más curioso de todo es que, la principal fuente de financiación de su campaña proviene de asociaciones de militares, que son los que, en última instancia, tienen que ir a partirse la crisma allende los mares. Visto de otra forma, los profesionales de la guerra, no desean practicarla, en contra del tópico de que les encanta este tipo de líos. Curioso. A lo que voy. La opinión generalizada de cualquier europeo es que a los americanos les encanta intervenir en países extranjeros, “sobre todo si son republicanos y se encuentran en periodo electoral”. Esta idea ha sido repetida y difundida en los medios en infinidad de ocasiones, al igual que la idea de que Estados Unidos tiene un gran ejercito que tiene que poner en acción para justificar el gasto militar y armamentistico que refleja sus presupuestos. Estos son tópicos que nos han insertado en nuestro subconsciente a fuerza de repetirlos una y otra vez. Pero no es oro todo lo que reluce, ni por mucho repetir algo éste se convierte necesariamente en verdad. Me encanta desmontar tópicos.

martes, 28 de febrero de 2012

Dos cosas curiosas

En una entrevista a Morgan Freeman publicada en el Semanal XL de hace un par de semanas, el Sr Freeman afirma, entre otras cosas, que su padre era alcohólico, lo que no ayudó en mucho a su familia (murió de cirrosis con 47 años), y que el hecho de que su madre fuera una privilegiada (era maestra) no impidió que pasaran hambre. Otra entrevista en la misma revista una semana después: Charlize Teron era hija de un alcohólico que murió prematuramente puesto que su madre, con buen criterio, prefirió dejarle seco con una escopeta antes de llevarse otra paliza. Grandes artistas con jodidas infancias e historias de superación admirables. Tras un momento de reflexión y dado que uno es un poco pazguato me asalta algún interrogante: ¿Qué fijación tiene esta revista con entrevistar a actores con padres alcoholicos? O quizá, no es fijación, sino que todos los padres de actores son alcoholicos, aunque esto, por referencias personales no me consta. Y por último, ¿tendré que incrementar la ingesta de morapio y espitituosos para, a su vez, incrementar la posibilidad de que a mis churumbeles les concedan un Oscar de Hollywood? Muchas preguntas pa’ tan poca cabeza…

jueves, 23 de febrero de 2012

Consultores

Leo con estupor en The Guardian (si, soy así de snob, leo The Guardian en mis ratos muertos) que el Ministerio de Defensa del Reino Unido está siendo investagado por gastar más de la cuenta en Consultores externos.
Cuenta el artículo que los responsables políticos del Ministerio se han tomado tan al pie de la letra la consigna de reducir el personal y los gastos fijos de su plantilla que se han quedado sin expertos con los que poder evaluar necesidades, nuevo armamento, o adaptación a posibles situaciones, y se ven obligados a recurrir a expertos externos, cuyo coste quintuplica el del personal de plantilla.
Me suena de algo esta historia y es que la Consultoritis es una pandemia sin fronteras.
Yo, de momento, en cuanto junte más de tres euros me voy a montar una consultora super chuli guay especializada en optimización de tiempos, matrices de polivalencia y gestión de necesidades perentorias. ¿Que? ¿como se te ha quedado el cuerpo?

sábado, 11 de febrero de 2012

No es para tanto

Nos estamos tomando demasiado en serio.
Que si somos la octava potencia del mundo, que si tenemos la mejor generación de deportistas de todos los tiempos, que si somos un gran país, que si aquí se vive mejor, que si nuestra diversidad geográfica, nuestro clima, nuestra gastronomía...
Que si, que todo eso está muy bien, y no seré yo quién se avergüence de ser español, pero debemos de dejar de mirarnos el ombligo. A veces, metemos la pata, o simplemente no ganamos, o nos pitan mal, o nos juzgan injustamente. Es la vida amigo.
Tiene narices que nos den una lección los campeones del mundo del chauvinismo.
Parece mentira que llevemos toda la vida sin comernos un colín, y ahora que nos lo comemos de vez en cuando, nos mosqueemos porque unos muñequitos hacen una bobada.
Anda que...
Señores, ante la "afrenta", menos declaraciones despechadas y tiremos de refranero, que el que se pica, ajos come.
Mucho mejor arrieritos somos y en la Eurocopa (o en Roland Garros, o el Tour, o donde queráis) nos encontraremos.
Nosotros a lo nuestro.

jueves, 9 de febrero de 2012

Asumiendo

No creía en ello. Me imaginaba que era una más de las monsergas, aforismos y lugares comunes que tanto repelús me dan. Pero, ah! amigo. Esta vez no. Si, es cierto, la crisis de los cuarenta existe. Doy fe.
No es que esté llorando por las esquinas, pero si es cierto que me voy dando cuenta, voy asumiendo (asumir que bonita palabra, dura y rotunda, pero bonita) que lo de la edad no es ninguna broma.
Ahora me acuerdo de ese estúpido anuncio de los 80:
“No pesan los años, pesan los kilos”…los cojones.
Los años pesan. Vaya si lo hacen.
El deterioro es perfectamente tangible. Si, tengo cuarenta y soy capaz de muchas cosas, gracias a Dios. Puedo comer como un vikingo, puedo beber como un cosaco, puedo correr como un etíope, incluso podría trabajar como un chino (si me pagaran lo suficiente), pero noto que ya no es lo mismo.
Los dolorcillos y molestias físicas están ahí y no desaparecen al día siguiente. Los escasísimos excesos que cometo los pago con resacas y las digestiones más pesadas, y del trabajo, mejor no hablar. Se pasa de una actitud ambiciosa y proactiva, a una de mera supervivencia.
Lo del trabajo es curioso. Empiezas con los veintitantos titubeante, sin ninguna experiencia, admirando a los que si la tienen. Pasados unos años, con los treinta, te crees que lo sabes todo y miras con desprecio a los dinosaurios con la completa seguridad de que puedes hacer su trabajo más y mejor. Y luego llegas a los cuarenta y te das cuenta de que los de treinta te miran mal, los de cincuenta no van a dejarte nunca su puesto, y los de veinte… pronto tendrán treinta, con lo que solo te queda la opción de subsistir sabiendo a ciencia cierta que estás en mitad de una selva y con el culo al aire. Es como aquellos partidos en los que el favorito sale a comerse el mundo y en el minuto 80 está pidiendo la hora porque las cosas no salen como decían los pronósticos, con el agravante de que a mi todavía me queda todo el segundo tiempo por jugar y el campo está (muy) pesado.
Y miras al futuro y tampoco dan ganas de saltar de alegría. Si superas todos los obstáculos, laborales, económicos, anímicos y físicos, te quedarás en el mejor de los casos con una “tranquila” existencia lleno de achaques y con la esperanza de que te dé tiempo a disfrutar un poco de un merecido descanso. Entonces, miras alrededor para buscar ejemplos y los que ves no son para tirar cohetes.
Insisto, no estoy deprimido, ni vencido, pero razones para la consabida crisis no faltan.
No me rindo. No a estas alturas de la película, pero, manda huevos!.
Como decían Los Enemigos:

Vaya ,esto sí que manda pelotas
toda mi ambición cayo en saco roto
que tenga yo que trabajar
así es como están las cosas
Vaya, esto si que manda pelotas
a mí, que a diario me ponía las botas
que tenga yo que trasnochar
y encima pagar las copas...cuestión de pelotas
sólo cuestión de pelotas,
de pelotas
Vaya esto si que manda pelotas
ahora que iba todo viento en popa...
deja sitio empujan fuerte los de atrás
se acabó lo que se daba,
me botan
cuestíon de pelotas
solo cuestión de pelotas,
de pelotas

domingo, 15 de enero de 2012

Doctores tiene la Iglesia

Según parece, el obispo de Córdoba ha dicho que “la incitación a la fornicación es prácticamente constante en nuestro tiempo”.
Hombre, habría que matizar que también se habla bastante de fútbol, con lo que lo de la permanencia de la incitación se puede quedar en “mucho” o en el más flexible “bastante”. Ahí no le quito razón.
Le molesta al prelado que no se cumpla a rajatabla la castidad fuera del matrimonio canónico, basándose en el dogma de “el cuerpo es el Templo de Dios”.
No voy a discutir tal aserto. Faltaría más. Considero que es perfectamente válido, y como tal, todos los cristianos tenemos la obligación moral de cuidar nuestro cuerpo y evitar que éste sea estropeado.
En lo que no estoy de acuerdo una vez más es en la fijación de la Jerarquía Eclesial en mantener que el sexo, fuera de un acto natural placentero del que nos ha provisto el Señor en su infinita sabiduría, sea un acto sucio o vejatorio que pueda mancillar el templo de nuestra anatomía.
El sexo es una de las manifestaciones del amor más hermosas que existen, pero además es una necesidad fisiológica más, y su satisfacción no creo que pueda considerarse como una manifestación de la animalidad del ser humano.
Lo antinatural, tal y como está configurada nuestra anatomía, sería no satisfacer tales necesidades.
Es cierto que los excesos, desviaciones y obsesiones en la materia son malos, pero en la misma medida en que lo son con cualquier otra cuestión que pueda afectar a nuestro cuerpo: el abuso de las grasas saturadas, el alcohol, el exceso o el defecto de ejercicio físico… en la moderación está la virtud.
Lo que no me deja de asombrar es el interés y la obsesión que representa el sexo para una parte de la Jerarquía que desconoce su esencia y significado precisamente por su carencia voluntaria antinatural. Y me sigo preguntando si no hay cosas más importantes.
Según parece el insigne prelado ya tuvo a bien opinar sobre el tema hace tiempo al asegurar aquella vez que la UNESCO tenía un plan secreto para convertir a la mitad de la población mundial en homosexual. Con un par.
En tal caso, debe estar tranquila su Eminencia puesto que si se trata de un plan de dicho organismo, lo que está garantizado es que su efectividad sería nula.
Menos mal que está usted para velar por ello, y es que, doctores tiene la Iglesia, pero flaco favor nos hace a los soldados rasos de la Iglesia tan sabias reflexiones.

lunes, 9 de enero de 2012

Buenos propósitos

Al comienzo del año todos nos proponemos nobles objetivos. Dejar de fumar, ponerse a régimen, ir al gimnasio, estudiar, tener más paciencia, ser más flexible, etc.
Yo, aparte de alguno de estos me propuse la tarea de escribir todos los días. Aunque fuera un poquito, pero todos los días.
Bueno, lo cierto es que, estamos a día 9, son más de las diez de la noche y estoy deseando acabar para irme a la cama... En definitiva, el año cambia pero por mucho que nos empeñemos, que cambie de numerito no nos garantiza nada. Ni siquiera este va a ser el fin de la crisis dicen.
Nueve días para escribir esto... pues estamos "apañaos". En fin. A ver si a partir de mañana...