La imagen general que tenemos de los USA desde este lado del charco, eufemisticamente, no es muy buena. Cuando se publica una noticia peculiar sobre ellos, en el más cándido de los casos se piensa "Estos yanquis son tontos..." , mientras los europeos seguimos mirandonos el ombligo, bebiendo Coca-Cola, con nuestros vaqueros Levi's, en la cola del cine para ver una película de Hollywood mientras suena de fondo lo último de Madonna...
No voy a ser yo quién defienda the american way of life, pero desde luego no seré quién les critique cuando aquí tenemos más problemas que el Apolo XIII en su día (o era el XII?...).
Enumerar ventajas e inconvenientes de una y otra cultura es perder el tiempo y la perspectiva, pero si quiero resaltar algunos aspectos que me parecen envidiables.
En el número uno está su sentimiento de Nación. A pesar de tratarse de un conglomerado de estados cada uno de su padre y de su madre, con diferente legislación, intereses, culturas y puntos de vista, todos ellos se sienten profundamente americanos.
No es que yo pretenda que nos sintamos muy europeos, ni creo que pueda ser sospechoso de ser identificado con un nacionalismo pan-europeo, pero lo cierto es que en toda Europa existe una tendencia irrefrenable al localismo, que es un efecto más del ombliguismo europeo. Todos nos sacamos la silla a la puerta de casa y vemos pasar a los demas y mientras saludamos, pensamos, "mira ese que pintas tiene", o "la pequeña de los Gómez, seguro que es tan ligerita como la madre"... Y es que si vemos la historia de Europa siempre ha existido un localismo, hecho que no es malo en si mismo, hasta que se convierte en excluyente. Los flamencos no pueden con los valones, los bávaros con el resto de alemanes, los milaneses norteños con el resto de los italianos meridionales, los parisinos con el resto de franceses, que decir de irlandeses, escoceses, galeses e ingleses donde todo es amor a palos... Y ya si miramos dentro de casa, apaga y vamonos. Para no ser previsible y reiterativo, solo destacaré algunos localismos curiosos (por menos aireados): los sevillanos del resto de andaluces, los de San Sebastian de los Reyes respecto de los de Alcobendas (les separa una calle), los de Elda con los de Petrel (también les separa una calle y si les dejaran la sustituirían por un muro), los vizcainos con respecto a los guipuzcoanos, y todos ellos respecto a los alaveses, los de Haro con los de Logroño, los mostoleños con los de Alcorcón... Eso si, en algo si estamos todos de acuerdo: "pero mira que son bobos estos yanquis...".
Como dicen en Fermoselle (rivales irreconciliables de Bermillo de Sayago) "Pa' mear y no echar gota".
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