Es muy común oir que ignorar nuestra Historia nos hace repetir los errores del pasado, tomando la ciencia histórica como un "manual de qué no hacer para cagarla en el futuro", pero no estoy de acuerdo.
La Historia, como cualquier otra ciencia, da un conocimiento que siempre va a ser sesgado depende de con qué visión se haga el relato. Precisamente tener consciencia del sesgo del relato es algo tremendamente útil para interpretar los discursos e informaciones de nuestro tiempo según la fuente de donde procedan.
Un ejemplo muy manido: frecuentemente oigo que la Edad Media supuso un retroceso en el progreso de la Humanidad, una época oscura llena de ignorancia, superstición y fanatismo. Propongo que quién lea esto haga abstracción de esa idea y visualice las imágenes que le vienen a la mente de ese "retroceso de la Humanidad durante la Edad Media". ¿Hecho?. Vale, hagamos algunas preguntas ahora:
¿Sabrías situar el entorno geográfico de dichas imágenes? ¿Casualmente eran todas de Europa? ¿Concretamente de la Europa Occidental de mayoría cristiana? ¿El resto del mundo no existía? ¿Otras culturas? ¿A nadie le suena las escuelas de traductores de Al-Andalus en las que se recuperaron la mayoría de los textos griegos y latinos que se habían perdido? ¿Los avances en Medicina de Oriente? ¿La pólvora y el papel en China? ¿La primera globalización a escala mundial a través del comercio?
La idea de que la Edad Media había sido un período de retroceso para la Humanidad surge de historiadores de Europa Occidental con un claro sesgo anti-católico en un momento determinado de cambios sociales muy marcados. Exactamente y igual, pero en sentido contrario, durante nuestra dictadura se impuso la imagen de la Edad Media como un período épico lleno de héroes (de los nuestros) que protagonizaban la Reconquista en España.
Siempre hay sesgo. Por eso el conocimiento de la Historia sirve, no para obtener respuestas, sino para plantearse preguntas. No hay que tener miedo a las dudas y las preguntas. Debemos tener más miedo a las certezas que a las dudas. Al fin y al cabo, el progreso de la Humanidad siempre ha sido como navegar, siempre en zig-zag, siempre dando bandazos, pero avanzando.
domingo, 22 de marzo de 2020
sábado, 21 de marzo de 2020
Nos ha pillado el toro
A todos. A mi el primero, por supuesto, no seré yo el de "ya lo decía yo" cuando hace un mes estaba dejando por escrito que esto era una gripe exótica.
Pues si amigos, nos han pillado con todo el equipo. A pesar de ser un país avanzado, de tener un gran sistema de Salud Pública y de tener suficiente información y cultura como para atar cabos y poner nuestras barbas a remojo, no lo hemos hecho.
¿Por qué?
Es cierto que durante este tiempo se han levantado voces clamando por la catástrofe que se avecinaba, pero todos las ignoramos. Todos. Cada uno con su razón. Los del fútbol, los de la manifestación, los de los bares, los del cine, los de misa, los del trabajo. Todos teníamos buenas razones, lógicas y fundamentadas para seguir con nuestra vida.
¿Y ahora qué?
Esto va a ser doloroso. Mucho. A la angustia por el encierro hay que sumar el dolor por las vidas que se han perdido, las que se perderán y las consecuencias de estar inactivos durante tanto tiempo.
Sin embargo, espero que esto nos sirva para algo.
Tengo el convencimiento de que de todo este asunto traerá reflexión y consecuencias positivas sobre
cómo, por qué y para qué hacemos las cosas, y eso siempre es positivo.
Ya veréis.
Pues si amigos, nos han pillado con todo el equipo. A pesar de ser un país avanzado, de tener un gran sistema de Salud Pública y de tener suficiente información y cultura como para atar cabos y poner nuestras barbas a remojo, no lo hemos hecho.
¿Por qué?
Es cierto que durante este tiempo se han levantado voces clamando por la catástrofe que se avecinaba, pero todos las ignoramos. Todos. Cada uno con su razón. Los del fútbol, los de la manifestación, los de los bares, los del cine, los de misa, los del trabajo. Todos teníamos buenas razones, lógicas y fundamentadas para seguir con nuestra vida.
¿Y ahora qué?
Esto va a ser doloroso. Mucho. A la angustia por el encierro hay que sumar el dolor por las vidas que se han perdido, las que se perderán y las consecuencias de estar inactivos durante tanto tiempo.
Sin embargo, espero que esto nos sirva para algo.
Tengo el convencimiento de que de todo este asunto traerá reflexión y consecuencias positivas sobre
cómo, por qué y para qué hacemos las cosas, y eso siempre es positivo.
Ya veréis.
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