Para muchos, ir a votar es algo simple, pero para mi es una decisión cada vez más difícil.
Si enumero una lista de asuntos polémicos, mi encuadre político personal se me complica enormemente. Asuntos como la inmigración, Cataluña, la gestación subrogada, la prisión permanente revisable, el aborto, la religión en la escuela, la violencia de género, o la libertad de expresión, por citar algunos, me sitúan en la izquierda o derecha, según se mire. A ver si consigo explicarme.
Por ejemplo, sobre la Inmigración: asumo que es algo necesario, desde un punto de vista material y demográfico; y que es algo que no debemos impedir, desde una perspectiva humanitaria, ya que entiendo que cualquier persona tiene un derecho natural a buscar lo que más le convenga. Pero al mismo tiempo, también entiendo el miedo que nos produce a todos lo desconocido, o en este caso, los desconocidos. Por ello, creo que debe aceptarse de buen grado la inmigración, pero que ésta debe de establecerse con los debidos controles con respecto a los migrantes, para asegurarnos que no suponen un peligro para nadie. En este sentido, creo que hay que invertir más, mucho más, tanto en centros de acogida, como de formación y control efectivo de estas poblaciones que pretenden integrarse en nuestra sociedad, así como de las que ya están asentadas y normalizadas, de manera que se ciñan a los principios básicos que rigen nuestra sociedad. No es admisible la existencia de partidos que, por creencias religiosas, o de cualquier otro tipo, propugnen principios contrarios a los de las sociedades que las acogen.
Desde que tengo conciencia política, me ha parecido indignante el hecho de que cualquier Gobierno de España sin la suficiente mayoría parlamentaria tuviera que estar bailando el agua a nacionalistas Vascos y/o Catalanes. Por eso, y porque para mi ser español es un honor, no una carga, preferiría que se pudieran definir de manera clara y sin medias tintas. Si se quieren quedar, me alegraré infinitamente; y si se quieren ir... con viento fresco. A mi si me preguntan si pueden hacer un referendum, desde luego que si, pero que sea único y definitivo.
La gestación subrogada me parece un derecho, tanto de las familias que desean tener descendencia y no pueden, como de aquellas mujeres que altruistamente quieren satisfacer esos deseos. Soy consciente de que se trata de situaciones realmente complejas en las que no me gustaría que mi familia se viera envuelta, pero en todo caso, poner trabas no va a beneficiar a nadie. De la misma forma, tampoco me hace feliz el aborto, pero después de interminables debates científicos sobre cuando empieza la vida, creo que en este aspecto, cada uno debe actuar según sus circunstancias y principios.
Bueno, no me voy a enrollar más, pero estoy a favor de la prisión permanente revisable, en contra de mi religión en la escuela pública, a favor de las medidas que prevengan la violencia de género, aunque en contra de las medidas específicas de la Ley que suponen una discriminación de género en lo que respecta al agravamiento de penas y el tratamiento policial-judicial que suponga una merma en las garantías del acusado.
Como ya he comentado en otras ocasiones, estoy a favor de que cualquiera diga lo que le parezca, por mucho que me parezca repugnante, sin que ello suponga que le metan en la cárcel. La Libertad de Expresión está por encima de la prevención de ofensas que sólo atañen al supuesto ofendido, y la ley ya prevee su defensa a través de los tipos de la calumnia y la injuria. No tiene sentido que se persiga de oficio a descerebrados provocadores que lo único que pretenden es notoriedad.
A favor de la liberalización del suelo; en contra de... en fin, con este cóctel ¿a quién voto?
domingo, 17 de febrero de 2019
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