Para argumentar una postura, no hay problema, porque argumentos para "lo mío" los hay a patadas. Comparaciones, tergiversaciones, recursos interesados a la hemeroteca y demás mandanga torticera está al alcance de la tecla del usuario menos ducho en tecnología.
Si unos dicen "Esto es un Estado de Derecho en el que nadie está por encima de la Ley", los otros replican que "Las leyes no pueden estar por encima de la voluntad del pueblo". Si "España va bien porque sigue en la senda correcta del crecimiento, la recuperación y la disminución del desempleo"; los otros replican que "El empleo que se crea es basura, temporal y con salarios de subsistencia"
La cuestión no es quién tiene razón, porque todos la tienen. La cuestión es que somos incapaces de llegar a posturas de entendimiento que nos hagan avanzar y resolver los problemas.
Llevamos demasiado tiempo y es necesario un cambio, pero nadie tiene las NARICES de llevarlo adelante.
El otro día salieron a la calle los JUBILADOS a reclamar el ridículo aumento de sus pensiones, y pensé "Que cabrones, al menos ellos tienen pensión ¿de qué se quejan? Si yo estoy pagando su pensión y a mi no me va a pagar ni Peter y me voy a jubilar con 70 palos!"
¿Y lo de ARCO? Eso si que ya roza el esperpento.
Me pregunto si no es posible llegar a consensos. Si no somos capaces de anteponer el INTERÉS COMÚN al interés partidista ¿Es que nadie es capaz de decir a todo el mundo "Eh, chavales: que si queréis cobrar una pensión pública, vamos a tener que pasar a un sistema de capitalización, lo que supone que vamos a pagar más impuestos".
No, nadie es capaz. Porque en el tacticismo electoralista eso no se contempla. Y así nos va. Huyendo hacia el abismo. Pues nada, que todo muy bien, muy agustito.
Lo que no sé es cómo tenemos el valor de mirar a los ojos a nuestros hijos, porque, no nos engañemos, aunque seas el tío más previsor del mundo, y tengas un plan para tus hijos, cuando llegue el caos, la miseria y la desesperación, de nada va a servir lo que hayas previsto. La Historia nos enseña que la miseria provoca revoluciones, y éstas no respetan NADA.
Hala! a seguir bien.
El otro día salieron a la calle los JUBILADOS a reclamar el ridículo aumento de sus pensiones, y pensé "Que cabrones, al menos ellos tienen pensión ¿de qué se quejan? Si yo estoy pagando su pensión y a mi no me va a pagar ni Peter y me voy a jubilar con 70 palos!"
¿Y lo de ARCO? Eso si que ya roza el esperpento.
Me pregunto si no es posible llegar a consensos. Si no somos capaces de anteponer el INTERÉS COMÚN al interés partidista ¿Es que nadie es capaz de decir a todo el mundo "Eh, chavales: que si queréis cobrar una pensión pública, vamos a tener que pasar a un sistema de capitalización, lo que supone que vamos a pagar más impuestos".
No, nadie es capaz. Porque en el tacticismo electoralista eso no se contempla. Y así nos va. Huyendo hacia el abismo. Pues nada, que todo muy bien, muy agustito.
Lo que no sé es cómo tenemos el valor de mirar a los ojos a nuestros hijos, porque, no nos engañemos, aunque seas el tío más previsor del mundo, y tengas un plan para tus hijos, cuando llegue el caos, la miseria y la desesperación, de nada va a servir lo que hayas previsto. La Historia nos enseña que la miseria provoca revoluciones, y éstas no respetan NADA.
Hala! a seguir bien.