Lo he vuelto a hacer. He completado 365 años de existencia y de nuevo es mi cumple.
Vaya mérito, o vaya tontería, según se mire.
Como soy un blanquito, occidental, que vivo en un país en paz, en el siglo XXI, con una salud aceptable, trabajo (de momento), hablo inglés, una familia estupenda y tengo unos poquinos estudios; lo mío evidentemente no es un mérito, más bien lo segundo.
Ya veríamos en el S. XV sin más que mis manos y mi ingenio para subsistir...
Pero bueno, cada uno en lo suyo, porque ¡joder!, al fin y al cabo, ha habido que currar, y que madrugar, y que esforzarse, y tragarse unos marrones del 15, y aguantar, y tirar de esperanza, e incluso llorar en algún momento mirando al cielo...
Evidentemente, no soy sirio, ni me persigue Boko Haram, pero vamos que, aparte de los Reyes Magos y mi familia, nadie me ha regalado nada este último año.
Bueno, como decía Holden, después de todo, la cosa ha tenido su gracia, así que desde aquí me comprometo a seguir luchando, a seguir intentándolo y si, aunque suene muy cursi (cursi de cojones de hecho), seguir esforzándome para intentar mejorar las cosas. Las mías y las de los demás. Estoy dispuesto.
Gracias a todos.
PD.: A ver que digo con 45 (que además tiene rima...).
jueves, 17 de septiembre de 2015
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