Un día cualquiera hace poco más de veinte años, un profesor de matemáticas apodado el Chispa se dejó llevar por la lírica y de manera vehemente se dirigió en estos términos a su adolescente auditorio, entre cuyos pobladores me encontraba. No recuerdo exactamente la situación, pero sospecho que su acceso de ira se debió a nuestro sepulcral silencio ante una de sus preguntas lanzadas al aire.
El silencio se hizo mas sepulcral (si cabe) y, aunque he de confesar que no supe que quería decir, si supe a ciencia cierta que algo habíamos hecho mal. Sería algo relacionado con la pereza, la dejadez, o la ignorancia, que era lo que yo podía sentir identificado en mi en aquel preciso instante con aquella cosa de la molicie.
Esa imagen vuelve a mi memoria de vez en cuando, y hoy lo ha vuelto a hacer.
He consultado esa, oh!, Fuente de la Infinita Sabiduría, el diccionario de la RAE e indica lo siguiente sobre el significado de molicie:
1. f. Blandura de las cosas al tacto.
2. f. Afición al regalo, nimia delicadeza, afeminación.
…
Conclusión, creo que el Chispa tampoco tenía pajolera idea de que significaba aquello.
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