martes, 22 de julio de 2008

Hastío político

Hubo un tiempo en que me gustaba la política. Yo diría más, me apasionaba. Defendía mi "ideario", aprehendido aquí y allá, con vehemencia, con datos y estadísticas más o menos discutibles según el color del cristal con que se mirara.
Pero de un tiempo hasta aquí, me da la impresión de que de tanto manipular, retorcer y sobar los argumentos dejan de tener sentido.
Ahora parece que vienen mal dadas, y las recetas para capear el temporal no tienen color, da igual que vengan del Gobierno que de la oposición. Se confunden e igualan ideologías de uno y otro partido.

- Hay que recortar el gasto público y tomar medidas impopulares. dijo él circunspecto sin acabar de ponerle el cascabel al gato del recorte para que no se le vea el plumero de la impopularidad.
- Si, pero nunca en gasto social como quiere la derecha, le espetó sin indicar por donde va a empezar a meter la tijera entonces.

Y así pueden estar con el jueguecito durante días. Mañana se reunen. Quedarán las poses, las frases para los medios esculpidas para calar en las conciencias. La pose conservadora ahora con tintes sociales y la progresista pidiendo mayor consumo. Para mear y no echar gota. Puro atrezzo.
Pues bien, por mi parte se pueden ir a hacer puñetas todos. Yo me voy a la playa y ya veremos si vuelvo a interesarme por alguna de sus memeces y si voy a votar en la próxima "fiesta de la democracia". Si sabéis contar, de momento, no contéis conmigo para nada.

No hay comentarios: