Efectivamente, este post tras más de un mes de silencio evidencia que afortunada, o desafortunadamente, sigo vivo y dispuesto a escribir banalidades despiadadamente y sin asomo de sonrojo.
Como el último día del año, el título debería ser algo así como "Balance del año" o "Reconocimiento de los pecados y propósito de enmienda", títulos que ya de por si llevan una carga de cursilidad importante, pero prefiero en esta ocasión ser claro y directo: voy a ser más cursi que la Barbie el día de su Comunión. Pero no sólo eso, además de cursi voy a ser obvio y predecible, con dos...
Para empezar os voy a desear sinceramente y de todo corazón que tengáis un feliz año, un año nuevo en el que consigais superar las dificultades, que se cumplan vuestros deseos, y que si no conseguis ser felices, al menos podáis vivir tranquilos, con orgullo por vuestro esfuerzo y con la completa seguridad de que, si no es el año que viene, será el siguiente, o el siguiente al siguiente, cuando consigais vuestros propósitos que tanto habéis perseguido y tan merecidamente debeis obtener.
Seguiría por esta senda sentimental, no obstante, gruesos lagrimones me lo impiden, motivo por el cual, lo dicho, Feliz Año Nuevo, para los que leen estas cosillas, para los que no, para vuestras familias, y mucho ánimo en todos vuestros nuevos proyectos, o vuestras rutinas,... os quiero aunque no os llame muy a menudo, o no os lo diga en persona.
Besos y abrazos por doquier.
lunes, 31 de diciembre de 2007
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